La preocupación de las empresas por el medio ambiente se centra hoy en día especialmente en la forma en que las empresas cuidan y respetan el medio ambiente, también la sociedad y los gobiernos. Entre éstos últimos se encuentra la Comisión Europea, que está preparando una nueva normativa para informar de los datos que se derivan del impacto en el medio ambiente.
La aplicación de una política ESG en una empresa puede afectar positivamente a sus finanzas, mejorar su calificación crediticia y aumentar su ventaja competitiva. Los expertos sostienen que pronto la obligación de informar sobre los avances en materia de ASG podrá aplicarse no sólo a las empresas más grandes, sino también a las más pequeñas. ¿Qué medidas puede tomar para cumplir gradualmente los criterios ESG? ¿Puede la tecnología de techos fríos ayudar a ello?
¿Qué es una política ESG?
Los ESG abarcan una serie de 3 factores que proporcionan un marco para elaborar análisis no financieros de empresas, estados y otras organizaciones. Las empresas aplican políticas ESG para informar al sector, como inversores, contratistas, empleados actuales y potenciales o instituciones bancarias, sobre las actividades realizadas en beneficio de:
-el medio ambiente,
-Sociedad,
-gobierno corporativo.
El ESG ha redefinido la importancia de los valores de las empresas. Gracias a un análisis en profundidad de estos 3 parámetros, es posible comparar las empresas en un nivel común, que no está determinado por los resultados financieros. La transformación del mercado financiero ha hecho que los inversores amplíen sus puntos de vista: ahora prestan atención a los aspectos relacionados tanto con las calificaciones crediticias como con los factores no materiales que facilitan la toma de decisiones sobre las direcciones de inversión. La creciente concienciación de la población sobre los temas relacionados con la protección del medio ambiente, la necesidad de garantizar unas condiciones de trabajo adecuadas y la actuación transparente de las empresas han hecho que se amplíe el concepto actual de RSE (responsabilidad social de las empresas) a nuevos ámbitos.
Desarrollo sostenible: antes una moda, ahora una responsabilidad
La Unión Europea desempeña un papel importante a la hora de popularizar la política ESG y la comunicación de datos no financieros. Las disposiciones relativas a estas dos cuestiones se han incluido en las directivas desde 2011.
Un momento decisivo para la información no financiera fue la introducción de la Directiva 2014/95 / UE. Estableció normas para la presentación de información no financiera por parte de las grandes empresas, modificando así la Directiva Contable 2013/34 / UE. A partir de ahora, las empresas tienen que incluir estados no financieros en sus informes anuales, a partir de 2018. Como ya se ha dicho, la normativa solo se aplica a las grandes empresas públicas con más de 500 empleados. Es decir, unas 6.000 grandes empresas y grupos de toda la UE estaban obligados a informar de sus datos no financieros. Sin embargo, en 2020 la Comisión Europea realizó una consulta pública sobre la revisión de esa directiva. Se trata de apoyar el aumento de la calidad y la comparabilidad de los datos divulgados y apoyar la inversión responsable y, como resultado, hacer que la economía sea más ecológica. Cabe esperar que la obligación de informar abarque también a las empresas más pequeñas.
El efecto es lo que cuenta
Las empresas tienen cierta libertad a la hora de informar. Según la directiva, los informes pueden elaborarse de acuerdo con directrices internacionales, europeas o nacionales. Por ejemplo, pueden ser: la norma ISO 26000, los 10 principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas o las directrices de la OCDE para empresas multinacionales. Las normas más populares son: Directrices para la elaboración de informes de sostenibilidad, AA 1000, ISO 14000, ISO 26000. Lo importante es que las cuestiones relacionadas con el impacto de la empresa en el medio ambiente y la ecología están incluidas en cada una de las normas mencionadas. Constituyen un punto de referencia para las empresas a la hora de determinar los indicadores de rendimiento en áreas individuales. Permiten que los auditores externos evalúen los efectos, pero también muestran el progreso a lo largo del tiempo. En contra de la creencia popular, realizar cambios que puedan enriquecer un informe no financiero no siempre tiene que significar el uso de herramientas complejas y costosas. Hay soluciones que marcarán la diferencia a muchos niveles en pocos meses.
La política ESG y la tecnología de techos fríos
Uno de los métodos que influyen en la mejora de los términos ambientales y sociales es el uso de los llamados techos fríos. Es una forma probada de mejorar el confort térmico interior y reducir el consumo de energía. La superficie blanca del revestimiento refleja la luz del sol, absorbe menos calor y limita su transferencia al interior de forma más eficaz que los materiales estándar utilizados, como el fieltro para tejados, la chapa metálica o la mayoría de las membranas sintéticas. ¿Cómo se traduce este gasto en un informe no financiero? Por ejemplo, gracias al uso de esta tecnología, una empresa que elabore un informe, por ejemplo, según las normas GRI G4, podrá demostrar una mejora en la reducción del consumo de energía y la reducción de las emisiones. La mayoría de los requisitos medioambientales están incluidos en una de las tres categorías de indicadores específicos.
El sistema COOL-R ayuda a mejorar la gestión energética de un edificio
El ahorro económico del aire acondicionado está relacionado con el balance térmico del edificio. Cuanto más calor hace en un edificio en verano, más cuesta el aire acondicionado. El uso de un revestimiento COOL-R líquido e impermeable en el tejado, que se caracteriza por su alta emisividad y reflectividad, impide que la superficie se caliente y acumule calor, y por tanto no lo transfiere al interior. Estas características se expresan mediante un indicador: el SRI (Índice de Reflectancia Solar). COOL-R tiene un SRI de 107, que es muy alto si se tiene en cuenta que el nivel máximo de SRI puede ser de 120. En comparación, una membrana bituminosa estándar tiene un SRI de 22.
La diferencia de temperatura que se muestra en la foto de abajo se registró el 25 de junio de 2018 en Madrid (España) en una cubierta bituminosa durante la aplicación de COOL-R. Las pruebas realizadas con pirómetros muestran claramente que la superficie plana del revestimiento del almacén se calienta mucho menos gracias al uso de la capa líquida impermeable COOL-R.
Otro ejemplo es la renovación de un tejado de 38 años de antigüedad con una superficie de 25 000 m2 cubierta con una membrana bituminosa, que se hizo en Madrid. El edificio alberga una lonja con su propia fábrica de hielo. Por consiguinete, cuando el edificio se sobrecalentaba en verano, los propietarios tenían que hacer frente a importantes costes tanto por la refrigeración del edificio como por el aumento de la producción de hielo para mantener los productos frescos a una temperatura muy baja. La propia fábrica de hielo producía hasta 20 toneladas de hielo al día, lo que mantenía frescos los puestos de venta. Tras la aplicación del revestimiento COOL-R, la temperatura interior se redujo en 7 °C, lo que se tradujo en una reducción de la carga de los sistemas de aire acondicionado y del consumo de energía, así como en una mejora de las condiciones de almacenamiento y una menor necesidad de hielo. Así, después de 38 años de uso, el techo del mercado había sido renovado a fondo, y su función se había modernizado y adaptado a las normas de construcción actuales.
Los valores de ahorro de costes indicados en el material son ejemplares. Los valores para un objeto específico dependen de muchos parámetros individuales de este objeto, su ubicación y la infraestructura existente.
Los gráficos muestran que, tras utilizar COOL-R, la ganancia térmica durante el verano era mucho menor que la de cualquier otro material de cubierta comparado en el estudio. Se ha estimado que el ahorro en aparatos de aire acondicionado en el edificio en este caso podría oscilar entre unos 36.971 euros y hasta 154.066 euros al año, dependiendo del tipo de revestimiento de la cubierta y del aislamiento térmico utilizado. ¿Cómo es posible? Por sus propiedades, una capa COOL-R reduce la transmisión de calor a través del tabique de la cubierta gracias a su gran capacidad de reflejar la luz solar y a su alta emisividad, evitando que el calor se acumule y se transmita al interior. De este modo, se reduce la demanda de electricidad necesaria para enfriar un edificio, lo que permite reducir la factura eléctrica, y en los casos de edificios sin aparatos de aire acondicionado, se reduce la temperatura en verano, mejorando las condiciones térmicas.
Beneficios para las empresas
Las cubiertos con el revestimiento COOL-R impermeable, por ejemplo, proporcionan a los propietarios una serie de beneficios en términos de factores ESG: ahorro de energía, mejora del confort y de las condiciones de trabajo de los empleados, reducción de los costes de mantenimiento y de sustitución del tejado, reducción de las islas de calor urbanas y de las emisiones de CO2 a la atmósfera.
La incorporación de criterios ESG en la estrategia de una empresa puede tener un impacto positivo en los resultados financieros, reducir los riesgos laborales y ayudar a conseguir financiación, así como aumentar las ventajas competitivas de la empresa. En la actualidad, la atención del entorno empresarial se centra especialmente en cómo las empresas se preocupan por el medio ambiente, la sociedad y el gobierno corporativo. Para mejorar gradualmente una empresa en el mercado, vale la pena estudiar la aplicación de soluciones que ayuden a alcanzar objetivos alineados con la política ESG. Esto lo confirma la investigación global. En una encuesta de Deloitte de 2020, que abarcó a más de 2.000 miembros de consejos de administración de 19 países, ocho de cada diez ejecutivos indicaron que en 2019 sus empresas habían desarrollado productos o servicios que tenían un impacto positivo en la sociedad o el medio ambiente. Por si fuera poco, nada menos que el 88% evaluó que estos esfuerzos aportaron ingresos a la empresa.